viernes, 2 de octubre de 2009

"La Que Vino Del Mar"

Mis pies alcanzaron
el borde del agua...
Nunca pude olvidar
cuando subiste al pueblo;
pues tu pelo sin luna
envolvió mis sentidos
con sus alas de Cuervo.
Y tus ojos profundos
inundaron los míos
con mares olvidados.
En mi ocaso,
tu vestido de espuma
baila todavía
en el viento de la playa
Y tu búsqueda sentimental,
más allá de tu techo azul,
me ha atado
al misterio de las olas...
Y tu corazón de agua y sal
ha revivido tu imagen milenaria
y manifestado su deseo...
Y mi pregunta silenciosa
-que son mis pasos-,
hallará la respuesta
siguiendo los tuyos.


Toda la imagen de estos versos, especialmente en la anteúltima estrofa, nos habla de una figura legendaria que salió del gran océano; femenina, misteriosa, vestida de blanco... Sólo puede ser Iemanjá, la diosa de los cultos afrobrasileños.