jueves, 11 de octubre de 2012

Un Ángel con varias representaciones

Melek Taus, o El Ángel "Pavo Real", es el nombre Yazidi para la figura central de su fe. En el sistema Yazidi de creencias, Dios creó al mundo y ahora está a cargo de siete "Espíritus Santos", también llamados Ángeles y "Los Siete Misterios".
Entre todos ellos se destaca Tawûsê Melek (conocido frecuentemente como Melek Taus), el Ángel "Pavo Real".
Melej -como se ve, del árabe Melek- por cierto significa en hebreo "Rey", pero a causa de otro nombre de Melek Taus -Shaytan- los Yazidis fueron considerados adoradores del Mal.
Por otra parte, la historia que relata la obtención de Tawûsê Melek del favor de Dios es igual a la islámica, del Djinn Iblis, excepto que los Yazidis reverencian a Tawûsê Melek por su negación a someterse a Adán, mientras que los musulmanes piensan que la no aceptación de Iblis le hizo perder la Gracia de Dios y convertirse más tarde en el mayor símbolo del Mal.
También los cristianos lo consideran un espíritu maligno; sin embargo, los Yazidis creen que Tawûsê Melek no es una fuente de maldad ni un Ángel caído, sino el líder de los Arcángeles. Además tienen prohibido pronunciar el nombre "Shaytan". Sostienen igualmente que la fuente del mal está en el espíritu y el corazón de los hombres, no en Melek Taus.
El relato Yazidi de la Creación difiere de las tres principales religiones. Ellos creen que Dios creó primero a Tawûsê Melek de su propia iluminación y más tarde a los otros seis Arcángeles.
Dios ordenó a Tawûsê Melek no inclinarse ante otros seres; a los Arcángeles les pidió que trajeran barro de la Tierra y crearan a Adán. Luego Dios le dio vida con su hálito a Adán e instó a todos los Arcángeles para que se inclinaran ante él.
Todos obedecieron menos Tawûsê Melek. Como respuesta, dijo a Dios "¿Cómo puedo yo someterme a otro ser? Yo vengo de tu iluminación mientras que Adán viene del barro".
Entonces Dios lo honró haciéndolo Líder de los Arcángeles y su representante en la Tierra.
De aquí que los Yazidis consideran a Tawûsê Melek también como representante de Dios entre nosotros, y baja a la Tierra el primer Miércoles de Abril.
Otra historia cuenta de él como un Ángel benévolo que se redimió a sí mismo de su caída y creó el cosmos a partir del Huevo Cósmico.
Durante su arrepentimiento, Tawûsê Melek derramó por siete mil años lágrimas que llenaron siete jarrones; con ellas fueron apagados los fuegos del Infierno. Por ello, en las creencias Yazidis el Infierno no existe.